Durante el verano, en un entorno de absoluta calma y ambiente bucólico, el restaurante pone a su disposición un menú fresco en su terraza soleada.
El jardín del Silhouette, con los plátanos centenarios por testigo, vibra durante las veladas de jazz amenizadas con aperitivos y tapas que se prolongan hasta la puesta del sol.
El bar propone una carta de vino consolidada, así como una oferta de cocktails que adoramos degustar a lo largo del año.